¡Alerta en Japón! Tensiones en el Mercado de Deuda Global Impactan la Economía
La economía japonesa se encuentra bajo la lupa debido a las recientes turbulencias en su mercado de deuda. Una licitación de bonos gubernamentales a 10 años, si bien inicialmente mostró solidez, no disipó completamente las preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal del país. Los inversores se mantienen cautelosos, anticipando nuevas subastas que pondrán a prueba la demanda de bonos a largo plazo.
¿Qué está pasando en Japón?
La reciente licitación de bonos a 40 años generó alarma al registrar una demanda inferior al promedio, provocando caídas tanto en el mercado de bonos como en el accionario. Este escenario evoca recuerdos del derrumbe de agosto de 2024, cuando una subida de tasas por parte del Banco Central desencadenó un desplome generalizado. Algunos temen un nuevo "lunes negro" originado en Tokio que se propague a nivel global.
La deuda de Japón y su impacto global
La situación japonesa tiene un precedente en Estados Unidos, donde una licitación de bonos a 20 años experimentó una falta de compradores, lo que impulsó al alza las tasas de interés. El primer ministro japonés ha advertido sobre la insostenibilidad de financiar recortes de impuestos mediante la emisión de deuda, reconociendo la grave situación fiscal del país, incluso comparándola con la de Grecia.
Además, el PIB japonés se contrajo en el último trimestre de 2024, aumentando el riesgo de recesión en un contexto de inflación creciente. Las tasas de los bonos a 40 años han alcanzado máximos no vistos en dos décadas.
Japón y la deuda estadounidense
A pesar de tener una de las ratios deuda/PIB más altas del mundo (alrededor del 250%), Japón es un importante tenedor de deuda estadounidense, siendo uno de los mayores compradores extranjeros de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Advertencias desde Wall Street
La situación en Japón se produce en un momento de crecientes tensiones en los mercados de deuda globales. Jamie Dimon, CEO de J.P.Morgan Chase, ha alertado sobre los riesgos del creciente endeudamiento de Estados Unidos, lo que añade presión al panorama económico global.