Atentado a la AMIA: Actos conmemorativos, polémicas y nuevas perspectivas a 31 años
A 31 años del devastador atentado contra la AMIA, la comunidad argentina se prepara para recordar a las 85 víctimas en una serie de actos conmemorativos. Este año, las ceremonias estarán marcadas por la presencia del presidente Javier Milei en el acto organizado por la AMIA y la DAIA frente al predio de Pasteur 633, aunque no hará uso de la palabra.
Actos simultáneos y voces presentes
Simultáneamente, familiares y amigos de las víctimas nucleados en Memoria Activa se congregarán en Plaza Lavalle. Por la tarde, la Asociación de Abogados será el punto de encuentro para los familiares de APEMIA, Memoria Activa y el Llamamiento Argentino-Judío. En ambos actos se leerán los nombres de las 85 víctimas, respetando el doloroso orden alfabético.
Un expediente que revive: el caso Nisman
Como en aniversarios anteriores, la conmemoración se ve acompañada de controversias. El fiscal Eduardo Taiano ha revivido la causa por la muerte de Alberto Nisman, convocando a declarar a un gran número de militares y civiles que supuestamente formaban parte de la Inteligencia del Ejército. Esta acción, a más de una década del fallecimiento de Nisman, ha generado debates sobre su pertinencia y efectividad, especialmente ante la falta de pruebas concretas.
Terrorismo: Nuevas dinámicas y desafíos globales
El atentado a la AMIA, ocurrido en un contexto global marcado por el terrorismo, presenta hoy nuevas facetas. Expertos señalan que las organizaciones extremistas han evolucionado, con miembros que se unen por motivos económicos y grupos que controlan territorios, actuando como estados de facto. La conexión entre organizaciones terroristas y grupos criminales también se ha fortalecido, presentando desafíos adicionales para la seguridad internacional.
Implicaciones para la seguridad
- Cambios en la motivación de los miembros de organizaciones terroristas.
- Control territorial por parte de grupos extremistas.
- Colaboración entre terroristas y criminales.
Estos cambios exigen una nueva doctrina contra el terrorismo, adaptada a las realidades del siglo XXI, que considere la complejidad de las motivaciones, las estructuras y las alianzas de los grupos extremistas.