Cambio en Seguridad: ¿Estrategia de Karina Milei tras Bullrich?

Cambio en Seguridad: ¿Estrategia de Karina Milei tras Bullrich?

La salida de Patricia Bullrich del Ministerio de Seguridad y su reemplazo por Alejandra Monteoliva marcan un nuevo capítulo en la gestión de Javier Milei. Más allá del cambio de nombres, se percibe una estrategia política orquestada desde la Secretaría General de la Presidencia, liderada por Karina Milei.

¿Una jugada maestra o un riesgo calculado?

Bullrich, elogiada por el Presidente como "la mejor ministra de Seguridad de la historia", asume ahora como jefa de la bancada libertaria en el Senado. Este movimiento, según fuentes cercanas al gobierno, busca "encorsetar" su figura en el ámbito legislativo, limitando su proyección ejecutiva y, potencialmente, neutralizándola como competidora para futuras elecciones.

La despedida de Bullrich estuvo cargada de gestos políticos, con festejos y reconocimientos sin precedentes para un ministro saliente. Sin embargo, detrás de la pompa se esconde una movida estratégica que plantea interrogantes sobre el futuro del espacio político oficialista.

¿Qué esperar de Alejandra Monteoliva?

La asunción de Monteoliva al frente del Ministerio de Seguridad representa una continuidad en la política represiva, según analistas políticos. Su gestión estará bajo la lupa, especialmente en lo que respecta a la implementación de reformas en el Código Penal y el manejo de la seguridad en un contexto social complejo.

En un contexto donde las denuncias de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ensombrecen la gestión de Karina y Javier Milei, este cambio en el Ministerio de Seguridad genera aún más interrogantes sobre el rumbo del gobierno y las estrategias para consolidar su poder de cara al futuro.

El futuro político en juego

La jugada de Karina Milei, que implica ofrecerle a Bullrich la candidatura al Senado, revela una visión estratégica a largo plazo. Al reconvertirla en su representante en la Cámara alta, busca controlar su influencia y, al mismo tiempo, despejar el camino para otros aspirantes a la presidencia o la Jefatura de Gobierno porteño en 2027.