Adrián Pallares y Rodrigo Lussich, figuras emblemáticas de la televisión argentina y conductores del programa Intrusos en América TV, celebraron este 30 de noviembre un cumpleaños diferente, marcado por la reciente pérdida de María de las Mercedes "Meche" Portillo, productora del ciclo y amiga cercana de ambos.
La celebración, aunque rodeada de afecto y buenos deseos, estuvo impregnada de la tristeza por la ausencia de Meche, quien falleció días atrás y dejó un profundo vacío en el equipo de Intrusos. Tanto Lussich como Pallares utilizaron sus redes sociales para expresar sus sentimientos y rendir homenaje a su compañera.
El emotivo mensaje de Rodrigo Lussich
Rodrigo Lussich, quien cumplió 53 años, compartió en su cuenta de Instagram una reflexión conmovedora junto a una fotografía con amigos cercanos. "En medio del dolor, la vida compensa siempre y me permite empezar mi cumple, este cumple tan distinto, difuminado entre el espeso vapor de tu partida; junto a mis entrañables amigos de la vida...", escribió Lussich, visiblemente afectado por la pérdida.
El conductor también expresó su compromiso de honrar la memoria de Meche cumpliendo sus deseos y sintiendo como ella le pidió. "Sé que desde tu estrella brillás como siempre y que desde ahí me vas a seguir cuidando", añadió.
El recuerdo de Adrián Pallares
Por su parte, Adrián Pallares, que celebró sus 56 años, también dedicó unas palabras a Meche en su publicación de cumpleaños. "¡Llegó el cumpleaños! Otro 30 de noviembre para festejar. Este es un cumple muy distinto por la pérdida de Meche. Igual sabemos con @rodrilussich, que ella estaría retándonos si nos ve tristes...", compartió Pallares, demostrando la cercanía y el cariño que sentían por la productora.
Ambos conductores recibieron numerosas muestras de cariño y saludos de cumpleaños por parte de sus seguidores y colegas del medio, como Marcela Feudale, Analía Franchín, Mariana Fabbiani, Marcela Baños, Verónica Lozano y Pablo "Chato" Prada, entre otros.
Este cumpleaños agridulce para Adrián Pallares y Rodrigo Lussich sirvió como un recordatorio de la importancia de valorar los lazos afectivos y de honrar la memoria de aquellos que ya no están con nosotros.