¡Adiós, Leyenda! Laucha Acosta se Despide del Fútbol en Lanús

¡Adiós, Leyenda! Laucha Acosta se Despide del Fútbol en Lanús

El fútbol argentino se despide de un grande. Lautaro "Laucha" Acosta, el jugador más ganador en la historia de Lanús, colgó los botines en un emotivo partido frente a Tigre, válido por los octavos de final del torneo Clausura. La derrota 1-0 pasó a segundo plano ante la despedida de un ídolo que lo dio todo por el Granate.

Un Recibimiento de Campeón

Pese a la eliminación, la noche en La Fortaleza fue una fiesta. Los jugadores de Tigre, en un gesto de grandeza, le hicieron el pasillo a Lanús, reciente campeón de la Copa Sudamericana. Acosta, visiblemente emocionado, caminó entre aplausos, acompañado de sus hijos, portando estrellas que simbolizan los seis títulos que conquistó con el club.

La hinchada, fiel a su costumbre, armó un espectáculo en las tribunas, iluminando la noche con linternas y cánticos en honor al "Laucha". El ambiente era de nostalgia, pero también de agradecimiento por tantos años de entrega y pasión.

Lágrimas y Agradecimiento

Acosta, de 35 años, no pudo contener las lágrimas al hablar ante su gente. "Quiero agradecer a estos guerreros, a mis compañeros, que me acompañaron y ayudaron cuando no pude más. Estuvieron ahí para levantarme", expresó con la voz quebrada.

También tuvo palabras de cariño para la afición: "Después quiero agradecerles a ustedes (los hinchas). Fuimos recontra felices, lloramos, reímos, siempre hombro con hombro... Me voy siendo el hombre más feliz del mundo".

Su último partido oficial había sido en la final de la Copa Sudamericana, donde Lanús se consagró campeón. Si bien erró un penal en la definición, la alegría del título borró cualquier amargura. El destino quiso que su despedida fuera en casa, rodeado del cariño de su gente.

Un Legado Imborrable

Lautaro Acosta deja un legado imborrable en Lanús. Con más de 400 partidos disputados y seis títulos en su haber, se convirtió en un símbolo del club y un referente para las nuevas generaciones. Su garra, su entrega y su amor por la camiseta lo convirtieron en un ídolo indiscutible. ¡Gracias por todo, Laucha!