El Paris Saint-Germain sorprendió a sus aficionados y a la prensa deportiva con una alineación inesperada para su partido contra Le Havre. A pocos días del crucial encuentro contra el Tottenham en la Champions League, el entrenador Luis Enrique optó por una rotación masiva, dejando en el banquillo a figuras clave como Marquinhos, Pacho y Kvaratskhelia. ¿Una movida inteligente para gestionar la fatiga o un riesgo innecesario?
Una Defensa Remodelada
La defensa parisina sufrió una transformación radical. Con Lucas Chevalier en la portería, la línea de cuatro presentó a Zaïre-Emery como lateral derecho, Zabarnyi y Beraldo en el centro, y Lucas Hernandez en el lateral izquierdo. Una apuesta por la juventud y la polivalencia ante la ausencia de jugadores habituales.
Medio Campo Renovado
El centro del campo también experimentó cambios significativos. Vitinha, portando el brazalete de capitán, lideró la medular junto a João Neves y el joven Senny Mayulu. Esta combinación buscó frescura y dinamismo, aunque sacrificando experiencia y automatismos en la creación de juego.
Ataque Joven y Veloz
En la delantera, Luis Enrique apostó por la velocidad y la verticalidad. Barcola, Ramos y Lee conformaron un tridente ofensivo dispuesto a desbordar a la defensa rival. Una oportunidad para estos jóvenes talentos de demostrar su valía en un partido importante.
¿Gestionando Cargas o Subestimando al Rival?
La decisión de Luis Enrique generó debate entre los seguidores del PSG. Algunos aplaudieron la gestión de cargas de cara al partido contra el Tottenham, mientras que otros criticaron la falta de respeto hacia Le Havre y el riesgo de perder puntos importantes en la Ligue 1. Solo el tiempo dirá si la apuesta del entrenador español fue acertada.
Marquinhos, capitán y símbolo del club, estuvo a punto de alcanzar los 500 partidos con la camiseta del PSG, un hito que deberá esperar. Su trayectoria, marcada por la constancia y el liderazgo, lo consolida como una leyenda del equipo parisino.