El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que reduce los aranceles de importación sobre productos clave como carne bovina, tomate, café y banana. Esta medida busca controlar la inflación alimentaria en el país norteamericano después de un período de tarifas elevadas.
Si bien la medida beneficia a varios países exportadores, Brasil, como mayor productor mundial de café y segundo mayor productor de carne bovina, se posiciona como uno de los principales beneficiarios. La decisión de Trump se aplica a la alícuota del 10% de las "tarifas recíprocas" impuestas en abril a todos los países. Sin embargo, la sobretasa del 40% sobre Brasil se mantiene en vigor.
Cientos de alimentos fueron incluidos en un documento divulgado por la Casa Blanca. Las medidas se aplican retroactivamente desde el 13 de noviembre de 2025, lo que significa que los productos que ingresaron al país desde esa fecha están exentos.
El decreto modifica el alcance de las tarifas basándose en la seguridad nacional, un pilar fundamental de la estrategia de Trump para abordar los "grandes y persistentes déficits comerciales" de los Estados Unidos. Esta decisión se produce tras las recomendaciones de las autoridades encargadas de supervisar el estado de emergencia nacional declarado por Trump en abril. El gobierno citó negociaciones con socios comerciales, la demanda interna y la capacidad productiva estadounidense como factores que motivaron la revisión.
Aunque la medida impacta directamente a Brasil, la economía argentina podría verse afectada indirectamente por los cambios en los precios internacionales de estos productos. Habrá que estar atentos a la evolución del mercado para evaluar el alcance real en nuestro país.
¿Qué significa esto para Argentina?
Aunque no se menciona directamente a Argentina en el decreto, la fluctuación en los precios de commodities como la carne y el café puede tener un impacto en el mercado local. Si los precios bajan en Estados Unidos debido a la reducción de aranceles, esto podría generar una presión a la baja en los precios internacionales, afectando a los productores argentinos que exportan estos productos.
Es crucial que el gobierno argentino siga de cerca estos acontecimientos y evalúe las posibles implicaciones para el sector agropecuario nacional. La competitividad de nuestros productos en el mercado internacional podría verse afectada, por lo que es necesario implementar medidas para proteger a los productores locales.