El fenómeno de La Niña continúa su curso, y los pronósticos indican que seguirá influyendo en el clima durante el invierno del hemisferio norte, extendiéndose hasta los primeros meses de 2026. Según los últimos informes, existe una alta probabilidad (61%) de que se produzca una transición a condiciones neutrales del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur) entre enero y marzo de 2026.
¿Qué es La Niña y cómo impacta en Argentina?
La Niña se caracteriza por el enfriamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico central y oriental. Este fenómeno, parte del ciclo ENSO, tiene un impacto significativo en los patrones climáticos globales, incluyendo la distribución de lluvias, sequías y temperaturas.
En Argentina, La Niña suele asociarse con:
- Menor cantidad de precipitaciones: Especialmente en la región pampeana, lo que puede afectar la producción agrícola.
- Temperaturas más bajas: Aunque el impacto en las temperaturas es menos directo que en las precipitaciones, La Niña puede contribuir a inviernos más fríos.
- Mayor riesgo de sequías: La escasez de lluvias aumenta el riesgo de sequías, con consecuencias negativas para la agricultura, la ganadería y el suministro de agua potable.
Pronósticos para el invierno 2025-2026
Los modelos de predicción climática sugieren que La Niña continuará siendo el principal impulsor del clima durante el invierno 2025-2026 en Argentina. Esto implica una mayor probabilidad de:
- Precipitaciones por debajo del promedio: Principalmente en el centro y norte del país.
- Temperaturas invernales normales o ligeramente inferiores a lo normal: Con posibles olas de frío.
¿Qué podemos esperar?
Es importante destacar que estos son pronósticos generales, y que las condiciones climáticas específicas pueden variar según la región y el mes. Sin embargo, la persistencia de La Niña sugiere que debemos prepararnos para un invierno con posibles desafíos en términos de disponibilidad de agua y condiciones para la producción agropecuaria.
El seguimiento continuo de los pronósticos y la adopción de medidas de adaptación son clave para mitigar los impactos negativos de este fenómeno climático.