El Futuro de la Predicción Climática: IA al Rescate
Investigadores de la Universidad de Connecticut (UConn) están utilizando modelos de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la predicción de eventos climáticos extremos, un avance crucial en un mundo cada vez más afectado por el cambio climático. En colaboración con Eversource, el principal proveedor de energía del estado, el equipo se enfoca en predecir los efectos de estos eventos en los sistemas energéticos y los entornos acuáticos.
Israt Jahan, estudiante de doctorado en ingeniería ambiental, trabaja junto a la Dra. Marina Astitha, profesora asociada de ingeniería civil y ambiental, en este ambicioso proyecto. Su investigación se centra en mejorar la precisión de la predicción de ráfagas de viento utilizando técnicas de machine learning (ML) y deep learning (DL) integradas en un modelo de IA.
Un Enfoque Híbrido para Mayor Precisión
“He desarrollado modelos híbridos que integran enfoques de ML y DL con salidas de predicción numérica del tiempo (NWP) basadas en la física para mejorar la precisión y la confiabilidad de la predicción”, explicó Jahan. “También he aplicado varias técnicas de IA explicables para demostrar los impulsores detrás de las predicciones y las incertidumbres del modelo de IA, para una mejor interpretabilidad y transparencia.”
Actualmente, Jahan está analizando eventos de viento severo en los Estados Unidos continentales bajo condiciones climáticas históricas y pseudo-calentamiento global para evaluar cómo pueden evolucionar los peligros de viento extremo en un clima que se calienta.
Superando los Desafíos con la IA
La incorporación de la IA al programa de investigación, que no se propuso inicialmente hasta 2016, ha permitido superar desafíos en la captura de relaciones no lineales e incertidumbres en los modelos basados en la física, según la Dra. Astitha. La IA se ha integrado en todas las áreas de su investigación sobre la predicción de clima extremo, abriendo nuevas posibilidades para la preparación y la mitigación de desastres.
Este desarrollo representa un avance significativo en la capacidad de anticipar y prepararse para los impactos del clima extremo, con implicaciones importantes para la seguridad pública y la gestión de recursos.