Los Knicks demostraron su superioridad al aplastar a los Nets por 134-98, dejando en evidencia la enorme brecha que existe entre ambos equipos de Nueva York. Más allá de la distancia geográfica, la diferencia en la cancha es abismal: los Knicks aspiran a las Finales de la NBA, mientras que los Nets parecen enfocados en el sorteo de la lotería.
Una Derrota Dolorosa en el Madison Square Garden
La derrota fue humillante, la peor de la temporada para los Nets, y la más abultada desde la histórica caída por 59 puntos ante los Clippers. Jordi Fernández, entrenador de los Nets, no ocultó su frustración: "No fue suficiente. Queremos más, queremos algo mejor. Seré el primero en exigirlo. Y si no lo conseguimos, obviamente seré el primero en asumir la culpa".
Errores en Defensa y Ataque
Los Nets permitieron un 54.5% de efectividad en tiros de campo a los Knicks, incluyendo un 17 de 37 en triples. La defensa en transición fue inexistente, lo que permitió a los Knicks tomar una ventaja de 18 puntos en el primer cuarto. La situación no mejoró en la segunda mitad, donde los Nets concedieron los primeros 12 puntos, enterrando cualquier esperanza de remontada.
- La ausencia de Cam Thomas, debido a una lesión en el tendón de la corva, se sintió en el ataque.
- Michael Porter Jr. anotó 25 puntos, pero Noah Clowney, que venía promediando 17 puntos en sus últimos tres partidos, apenas aportó 4 puntos con un pobre 1 de 9 en tiros de campo.
Fernández insistió en la necesidad de un cambio radical: "Tenemos que crecer muy, muy rápido, porque esto no es lo que queremos de cara al futuro". La pregunta que queda en el aire es si los Nets tienen la capacidad de revertir esta situación y volver a ser un equipo competitivo en la NBA.