¡Alerta! Quiebra láctea clave de SanCor: 400 empleos en riesgo

¡Alerta! Quiebra láctea clave de SanCor: 400 empleos en riesgo

La Justicia ha decretado la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la empresa láctea responsable de la producción de populares yogures, flanes y postres de la marca SanCor. Esta decisión judicial pone en jaque el futuro laboral de más de 400 trabajadores y genera preocupación en el sector lácteo.

¿Qué significa la quiebra de ARSA para SanCor y sus empleados?

ARSA era la encargada de fabricar productos tan conocidos como Shimy, Sancorito, Sublime, Flanes Caseros SanCor, Vida, Yogs y Primeros Sabores. La quiebra implica el cierre definitivo de sus plantas, incluyendo la ubicada en Arenaza (provincia de Buenos Aires) donde trabajaban 180 personas, y la fábrica y centro de distribución en Córdoba, que empleaba a otros 200.

Además del impacto directo en los empleados de ARSA, la quiebra también afecta a una extensa red de 165 distribuidores que abastecían semanalmente a 70.000 comercios en todo el país. La interrupción de la producción y distribución podría generar problemas de abastecimiento y aumentos de precios en los productos SanCor.

El fracaso del concurso preventivo y la gestión de Vicentin

La decisión judicial se produce tras el fracaso del concurso preventivo iniciado en abril de 2024. A pesar del interés inicial de algunos inversores, finalmente no se concretó ninguna oferta para salvar la empresa. Anteriormente, ARSA había sido gestionada por el grupo Vicentin, que la había adquirido a SanCor en 2016. En los últimos tiempos, la gestión estaba a cargo de los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, también responsables de La Suipachense.

¿Cuáles fueron las causas de la quiebra?

Si bien ARSA atribuyó su crisis a la situación económica general, con alta inflación y controles de precios, otras voces del sector señalan problemas de gestión acumulados durante años. Desde Atilra se habían denunciado irregularidades en el pago de salarios y otros incumplimientos laborales.

La quiebra de ARSA representa un duro golpe para el sector lácteo y pone de manifiesto las dificultades que enfrentan muchas empresas en el contexto económico actual. El futuro de los 400 empleados y la continuidad del abastecimiento de los productos SanCor son ahora una gran incógnita.