Las WTA Finals, que se celebran actualmente en Riad, Arabia Saudita, han experimentado una notable evolución a lo largo de los años. En 1994, el torneo se caracterizaba por un formato de eliminación directa, donde una sola derrota significaba el final del camino. Martina Navratilova, leyenda del tenis, experimentó esto de primera mano en su partido de despedida contra Gabriela Sabatini.
Un cambio radical en el formato
Treinta años después, las WTA Finals adoptan un sistema de round-robin que recompensa la consistencia y la capacidad de recuperación. Este nuevo formato brinda a las jugadoras una segunda oportunidad, permitiéndoles recuperarse de una derrota inicial y seguir compitiendo por el título.
Garbiñe Muguruza, campeona de las WTA Finals hace cuatro años en Guadalajara y actual directora del torneo, destaca la exigencia mental de la competición. La necesidad de prepararse constantemente y analizar a las oponentes requiere una gran fortaleza mental.
El recuerdo de una final histórica
En la final de 1994, Gabriela Sabatini, que no era cabeza de serie, se alzó con el título del Virginia Slims Championships en el Madison Square Garden de Nueva York, derrotando a Lindsay Davenport en un emocionante partido al mejor de cinco sets. El premio para la ganadora fue de 250.000 dólares, la misma cantidad que recibirán las suplentes en la edición actual.
Hoy en día, las jugadoras de individuales reciben 335.000 dólares solo por participar, y 350.000 dólares por cada victoria en la fase de grupos. Esto refleja el crecimiento y la importancia que han adquirido las WTA Finals a lo largo del tiempo.
Iga Swiatek es una de las figuras destacadas en Riad, donde competirá por el prestigioso título.
- El torneo se lleva a cabo en Riad, Arabia Saudita.
- El formato actual premia la consistencia.
- Garbiñe Muguruza es la directora del torneo.