River Plate en Crisis: ¿El Fin de la Era Gallardo?
El presente de River Plate es preocupante. Tras la eliminación de la Copa Argentina ante Independiente Rivadavia, las opciones para clasificar a la Copa Libertadores se reducen drásticamente. El equipo de Marcelo Gallardo no logra encontrar el rumbo, acumulando derrotas y mostrando un rendimiento que no inspira confianza.
La responsabilidad recae sobre Gallardo, quien tiene el control total del fútbol riverplatense. La dirigencia le confió la tesorería del club, permitiéndole invertir más de 60 millones de euros en refuerzos en los últimos mercados de pases. Sin embargo, ninguno de los jugadores incorporados ha logrado marcar la diferencia.
¿Dinero Mal Gastado? El Desembolso Millonario en Refuerzos
Desde su regreso, Gallardo ha contado con numerosos refuerzos, desde campeones del mundo hasta jugadores desconocidos. Marcos Acuña, Germán Pezzella, Fabricio Bustos y Maximiliano Meza fueron algunos de los primeros en llegar. Posteriormente, se sumaron Enzo Pérez, Gonzalo Montiel, Martínez Quarta y Sebastián Driussi, entre otros. En el último mercado, llegaron Maximiliano Salas, Juanfer Quintero, Juan Carlos Portillo y Matías Galarza Fonda, con un costo de más de 20 millones de dólares.
A pesar de la inversión, el equipo no ha logrado encontrar una identidad de juego. Lo viejo no funciona, y lo nuevo tampoco. La afición se siente desilusionada al ver un equipo que no transmite nada y que no ofrece motivos para ilusionarse.
¿Derecho al Fracaso? El Apoyo Incondicional a Gallardo
A pesar del mal momento, Gallardo cuenta con el apoyo de la mayoría de los hinchas. Reconocen su trayectoria y los logros obtenidos en el pasado. Como señala el analista, incluso técnicos exitosos como Bianchi, Simeone, Guardiola y Mourinho han tenido momentos difíciles. Gallardo se ha ganado el derecho a fracasar, pero es necesario replantear la gestión futbolística del club.
River necesita refundar su forma de manejar la parte futbolística, desde la elección de los refuerzos hasta la renovación de contratos. El futuro del club depende de encontrar un nuevo rumbo y de volver a ilusionar a una afición que se siente vacía.