El líder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Russell M. Nelson, falleció el 27 de septiembre de 2025 a la venerable edad de 101 años. Su deceso ha generado un profundo pesar entre los miembros de la iglesia, comúnmente conocida como la Iglesia Mormona o Iglesia SUD.
La Iglesia Mormona es la religión predominante en el estado de Utah, donde aproximadamente la mitad de la población se identifica como miembro. La noticia del fallecimiento de Russell M. Nelson ha impactado particularmente a los estudiantes del Utah Valley Institute, el instituto religioso más grande de la iglesia en términos de número de estudiantes inscritos, ubicado en el campus de la Utah Valley University.
Para los miembros de la iglesia, su líder es considerado un profeta, un representante de Dios y una figura de inspiración y guía. Un estudiante de la UVU, miembro de la iglesia y asistente al instituto SUD, expresó: "[Él] hizo mucho bien por la iglesia. Fue la persona correcta llamada por Dios para guiarnos en estos tiempos". Sobre el fallecimiento de Nelson, añadió: "...todos somos humanos. Todos tenemos un tiempo y un lugar. El Presidente Nelson hizo lo que fue llamado a hacer, y sé que la iglesia continuará sin él".
Un Pionero en la Cirugía a Corazón Abierto
Russell Marion Nelson nació en Salt Lake City, Utah, el 9 de septiembre de 1924. Se convirtió a la Iglesia SUD a los 16 años. Fuera de sus roles religiosos, Nelson es reconocido como una figura clave en el desarrollo de la cirugía a corazón abierto. Fue el primer cirujano en los Estados Unidos en realizar con éxito una operación de este tipo al oeste del río Mississippi. También contribuyó al desarrollo de la primera máquina corazón-pulmón, transformando radicalmente el panorama médico de la cirugía a corazón abierto.
Liderazgo en la Iglesia SUD
Nelson se convirtió en uno de los doce apóstoles de la Iglesia SUD en abril de 1984. Posteriormente, ascendió a apóstol de mayor antigüedad y presidente de la iglesia a principios de 2018, liderando la congregación durante 7 años. Su legado perdurará en la historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.