El gobierno de Javier Milei enfrenta una creciente crisis interna tras confirmarse la salida del Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Esta renuncia se suma a la reciente dimisión del Canciller Gerardo Werthein, evidenciando una reestructuración profunda del gabinete tras los resultados de las próximas elecciones.
Cúneo Libarona, en declaraciones a Infobae, justificó su decisión aludiendo a motivos personales: "Me voy muy feliz. Más que por salud es por la necesidad de recuperar mis afectos". A pesar de su salida, se mostró dispuesto a "ayudar gratis en lo que el Gobierno precise".
La renuncia, ya acordada con la cúpula de la Casa Rosada, será formalizada el próximo lunes. La incertidumbre ahora se centra en la aceptación de Milei y en la designación de su sucesor. Fuentes internas señalan que el PRO ya ha propuesto varios nombres para ocupar el cargo.
Se especula con una posible fusión de los Ministerios de Justicia y Seguridad, considerando la probable elección de Patricia Bullrich como senadora nacional, lo que la obligaría a dejar su actual puesto. Esta reestructuración podría significar un cambio significativo en la política de seguridad y justicia del gobierno.
La gestión de Cúneo Libarona se caracterizó por medidas de ajuste, despidos masivos y la eliminación de áreas clave como el INADI. Estas políticas generaron controversia y críticas por parte de diversos sectores políticos y sociales.
¿Reestructuración Profunda o Crisis de Gobernabilidad?
La salida de Cúneo Libarona plantea interrogantes sobre la estabilidad del gobierno de Milei. ¿Se trata de una simple reestructuración planificada o de una crisis de gobernabilidad producto de tensiones internas y resultados electorales adversos?
Posibles Escenarios
- Consolidación del poder: Milei aprovecha las renuncias para fortalecer su liderazgo y designar figuras afines a su proyecto.
- Debilitamiento del gobierno: La salida de funcionarios clave genera inestabilidad y dificulta la implementación de políticas.
- Acuerdos con la oposición: La necesidad de nuevos apoyos políticos obliga a Milei a negociar con otros sectores.
El futuro del gobierno de Milei dependerá de su capacidad para gestionar esta crisis y construir un nuevo equipo que le permita llevar adelante su agenda política.