Luis Ventura, figura multifacética del periodismo de espectáculos, presidente de APTRA y director técnico de Victoriano Arenas, ha vuelto a ser noticia. En una reciente entrevista, Ventura abrió su corazón y compartió detalles íntimos de su vida, desde sus afectos más profundos hasta las amenazas que lo obligan a vivir con un botón antipánico.
El Anhelo de Ser Abuelo y la Intimidad Nocturna
Durante una entrevista en el programa “Economía y Real Estate”, Ventura sorprendió al confesar su mayor deseo: “Lo que me falta es ser abuelo”. Esta revelación, cargada de emoción, mostró un lado sensible del periodista que rara vez se ve en público.
Pero la confesión más impactante llegó al hablar de su rutina nocturna. Ventura reveló que duerme con las cenizas de sus padres y sus mascotas. “Yo duermo con las cenizas de mi madre y de mi padre en el dormitorio, también las de mis perros”, confesó. Este gesto refleja el profundo vínculo que mantiene con sus seres queridos, incluso después de su partida.
Una Vida Multifacética y Bajo Amenaza
La vida de Luis Ventura es un torbellino de actividades. Además de su rol en APTRA y su trabajo en los medios, Ventura es director técnico de Victoriano Arenas, un club de la Primera C. Su pasión por el fútbol es tal que una de las tribunas del estadio lleva su nombre.
Sin embargo, esta vida pública también tiene su lado oscuro. Ventura reveló que vive con un botón antipánico y cuenta con guardaespaldas debido a las once amenazas de muerte que ha recibido. A pesar de esto, el periodista se muestra resiliente y continúa adelante con sus múltiples proyectos.
Reflexiones sobre el Entorno Mediático
Conocido por su estilo frontal, Ventura también reflexionó sobre su relación con el entorno mediático y las críticas. Aseguró que no tiene “enemigos que me los haya generado yo” y que si otros “se hayan puesto enfrente solos es un tema de cada uno”. Ventura parece no inmutarse ante las críticas y se enfoca en sus pasiones y en su familia.
Ventura describió la estructura familiar que lo rodea. Mencionó que tiene una casa en la que vivió tres décadas y que hoy está habitada por sus hijos mayores junto a su ex pareja, Estelita Muñoz. Además, relató que su hijo menor, Antoñito, reside en zona norte con su madre, Fabiana Liuzzi. Completó ese círculo íntimo al nombrar a su hermano menor, Carlos, a quien considera parte esencial de su núcleo afectivo.