La presión sobre el mercado cambiario argentino se intensificó en las últimas horas, marcando un cierre de septiembre turbulento. El dólar oficial sintió el rigor y alcanzó los $1400 en el Banco Nación (BNA), en una jornada donde los operadores detectaron fuertes ventas que se atribuyen a intervenciones oficiales para contener la cotización mayorista.
¿Muralla de dólares o espejismo?
El gobierno busca desesperadamente proyectar una imagen de estabilidad, pero la realidad es que la presión compradora sobre el dólar es palpable. El tipo de cambio mayorista llegó a los $1450, lo que obligó al Banco Central (BCRA) a actuar para intentar frenar la escalada. Sin embargo, las medidas adoptadas, como la restricción cruzada para individuos que limita el acceso al MEP/CCL tras utilizar el mercado oficial, parecen no ser suficientes para calmar las aguas.
El Contado con Liqui, un termómetro de la incertidumbre
El Contado con Liqui (CCL), un indicador clave de las expectativas del mercado, superó los $1544. En el mercado de futuros, las cotizaciones para diciembre ya se negocian por encima de los $1605, lo que refleja la incertidumbre y la desconfianza en la capacidad del gobierno para mantener el control sobre el tipo de cambio.
La pregunta que surge es si estas intervenciones oficiales son sostenibles en el tiempo. ¿Hasta cuándo podrá el BCRA seguir vendiendo reservas para contener el dólar? ¿Qué impacto tendrá esta política en la inflación y en la actividad económica?
- Presión cambiaria: Aumento constante del tipo de cambio.
- Intervención oficial: Ventas de dólares por parte del BCRA.
- Restricciones: Limitaciones al acceso al mercado cambiario.
El panorama es complejo y exige un análisis profundo de las variables económicas y políticas que influyen en el mercado cambiario argentino. La volatilidad seguirá siendo una constante en los próximos meses, y los inversores deberán estar atentos a las señales que emita el mercado.