Donald Trump, fiel a su estilo confrontativo, volvió a poner en el ojo de la tormenta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En su reciente discurso ante la Asamblea General, no solo tuvo un percance técnico con el teleprompter, sino que aprovechó la ocasión para criticar duramente al organismo internacional.
El incidente del teleprompter, que obligó a Trump a improvisar y leer su discurso desde una carpeta, fue solo el inicio. El expresidente estadounidense arremetió contra la ONU, acusándola de no cumplir con su misión y de no haberle brindado apoyo en la resolución de conflictos globales. "La ONU tiene un potencial tremendo, pero ni siquiera se acerca a la altura de ello", declaró, añadiendo con sarcasmo que lo único que había recibido eran "unas escaleras mecánicas que se estropearon y el teleprompter que no funciona".
Pero la crítica no se quedó en anécdotas. Trump prepara un discurso más amplio contra las "instituciones globalistas", cuestionando su rol y defendiendo su propia visión del orden mundial. Según fuentes de la Casa Blanca, el mandatario considera que estas instituciones han "deteriorado significativamente" el escenario internacional, y buscará reivindicar la "renovación de la fortaleza estadounidense".
En paralelo a su discurso, Trump tiene una agenda cargada de reuniones bilaterales, incluyendo encuentros con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y con el presidente argentino, Javier Milei. La reunión con Zelensky se presenta como especialmente relevante, tras la cumbre de agosto entre Trump y Vladimir Putin, donde se discutió un posible acuerdo de paz en Ucrania.
La postura de Trump frente a la ONU y al globalismo ha generado controversia y anticipa un debate intenso sobre el futuro del orden internacional. Su crítica a las instituciones multilaterales se suma a una tendencia creciente de cuestionamiento al sistema global, planteando interrogantes sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y el futuro de la cooperación internacional.
¿Qué significa esto para Argentina?
La reunión de Trump con Javier Milei genera expectativas sobre el futuro de las relaciones bilaterales. El discurso de Trump contra el globalismo podría encontrar eco en algunas de las políticas propuestas por el presidente argentino, abriendo un espacio para la cooperación en áreas como el comercio y la inversión. Sin embargo, también podría generar tensiones en temas como el cambio climático y el multilateralismo.