La polémica estalló en redes sociales: el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Emiliano Yacobitti, se enfrentaron públicamente por el salario del dirigente radical. El cruce se produce en un momento álgido, con la marcha federal universitaria en el horizonte y el debate sobre el financiamiento de la educación pública en el centro de la escena.
La Acusación de Caputo y la Respuesta de Yacobitti
Todo comenzó cuando Caputo, a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), acusó a Yacobitti de ganar “6 veces más” que él y otros ministros del Poder Ejecutivo. El ministro acompañó su comentario con un fragmento de una entrevista donde Yacobitti criticaba el Presupuesto 2026 enviado por el Gobierno de Javier Milei al Congreso.
La respuesta de Yacobitti no se hizo esperar. El vicerrector desmintió categóricamente las acusaciones de Caputo, calificándolas de “falsas” y acusando al ministro de “mala persona”. Para respaldar su defensa, Yacobitti publicó sus recibos de sueldo correspondientes a agosto de 2025.
Los Recibos de Sueldo en el Centro de la Polémica
Los recibos de sueldo mostraron que Yacobitti percibió $2.509.395,39 brutos por su cargo de Profesor Titular con dedicación exclusiva en el Rectorado y Consejo Superior, quedando un neto de $1.817.751,34. Adicionalmente, recibió $627.322,01 brutos (neto de $461.090,95) por su función como Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas con dedicación parcial. En total, sus ingresos brutos sumaron $3.136.717,40.
¿Quién Tiene Razón? Análisis del Conflicto
La controversia plantea interrogantes sobre la transparencia salarial en el sector público y la veracidad de las acusaciones cruzadas. Más allá de los números, el enfrentamiento refleja la tensión existente entre el gobierno y las universidades nacionales en relación al financiamiento y la autonomía universitaria. La polémica se enmarca en un contexto de ajuste presupuestario y fuertes críticas a la gestión económica del gobierno actual.
Este incidente ocurre en paralelo al escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), donde se han revelado audios que implican un esquema de sobornos en la compra de medicamentos. Si bien no hay una conexión directa, este tipo de controversias alimentan la desconfianza en la clase política y la administración pública.
La escalada de tensión entre funcionarios públicos y figuras universitarias, sumada a la falta de claridad en la información, genera un ambiente de incertidumbre y alimenta la polarización en la sociedad. Será crucial seguir de cerca el desarrollo de este conflicto y analizar en detalle las implicancias para el futuro de la educación pública en Argentina.