Gustavo Cordera, exlíder de La Bersuit Vergarabat, reapareció públicamente para reflexionar sobre la polémica frase de 2016 que lo llevó a la cancelación mediática y profesional. En una entrevista con Pedro Rosemblat en el programa Gelatina, Cordera habló sobre el impacto que tuvieron sus palabras y el proceso de introspección que experimentó.
La frase que lo cambió todo
En 2016, durante una charla con estudiantes de periodismo, Cordera realizó una declaración sobre la violación que generó un repudio generalizado. El músico afirmó: “Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”. Estas palabras le valieron una ola de críticas y lo alejaron de los escenarios y los medios de comunicación.
El proceso de cancelación y la soledad
Cordera describió la cancelación como una “organización tan eficiente, tan coordinada y de tanta inversión para la persecución y cancelación de una persona”. Durante siete años, según relató, no pudo participar en festivales ni sonar en radios. “Me sentí muy solo cuando me condenaron”, confesó.
Reflexión y transformación
A pesar del duro golpe, Cordera afirmó que la experiencia le sirvió para reflexionar y transformarse. “Me cultivé internamente, porque ese personaje que la gente asesinó era un personaje que a mí ya no me quedaba bien”, explicó. Considera que la cancelación fue una especie de “operación” realizada por la sociedad, que lo obligó a cambiar y a desprenderse de una faceta que ya no lo representaba.
Si bien sus dichos fueron repudiables, cabe preguntarse si la cancelación perpetua es la única respuesta. ¿Existe un camino hacia la redención y el aprendizaje después de cometer errores públicos? El caso de Cordera abre un debate sobre los límites de la cultura de la cancelación y la posibilidad de segundas oportunidades.